Algunas personas se alimentan del pasado. Yo por ejemplo. No engorda. El pasado NO es una animal que tu matas y te comes, no. Tampoco es una planta que cortas y una vez consumida muere para siempre. No es algo que haya que replantar, regar o cuidar porque existe por si solo y se regenera aun en contra de la voluntad del que lo sufra o lo disfrute según sea el caso. Genera la misma polémica que las demás cosas humanas o terrenales como el amor, la guerra o la evolución. Está unido en una relación enfermiza a la memoria. Uno no puede existir sin el otro, son complementos que a su vez por si solos también son capaces de actuar sobre los estragos o los logros de la vida de cada cual. A pesar de todo lo anteriormente dicho, el pasado es como un animalito que a veces te mima, o te hace reír. Recordar los viejos tiempos, o no necesariamente buenos te puede ayudar en un día tedioso ó monótono. Cuando vives en un sitio seguro. La memoria te puede enseñar quien eres, cuando te quejas de que tu teléfono móvil de ultima generación no le caben tantas canciones Mp3 como quisieras, o de tu flamante carro que no tiene la potencia de el de al lado para que no te adelante esos escasos segundos en los que queremos salir primero de un semáforo para no ir a mas ningún sitio que un monótono trabajo donde no eres nada mas que una absurda herramienta. Es un buen momento para echar mano de la memoria, pensar que una vez reímos sin nada. Recordar que el mar era nuestra única pregunta y fin. Que ver un pez saltando daba suerte para ese día y la ilusión de conseguir un amor prohibido era la meta más imposible que teníamos. Nuestras metas ahora son otras. Metas que no están en nuestras manos ni en nuestra palabra, que las tenemos por seguir la corriente a una sociedad que te exige eso. Tener metas, mientras más grandes mejor. Incluso las imposibles metas materiales de las que se alimentan muchos. Por eso no me adapto, y me gusta no adaptarme. Ningún tiempo pasado fue mejor, solo que el actual es diferente. Hay palabras que te hacen pensar….
Estimado Yoyi:
Veo que con frecuencia te embarga la nostalgia que se agudiza cuando uno está lejos de su tierra y de su gente y lo comprendo. Sin embargo hay que impedir que las cadenas de esos recuerdos no sean un lastre que te impida vivir el presente con plenitud sin perder la esperanza en un futuro mejor...
Un abrazo
Hay personas que navegan sobre la razón, el pensamiento y la experiencia. También cualquier día es bueno para cambiar. Cambiar es el principio de las cosas nuevas ya sean buenas o malas. Quizás es lo que necesito para ver el sitio donde vivo de manera diferente.
Quizás ha llegado un momento de hacer cosas distintas, mirar al suelo, al cielo. Ninguna vaga esperanza de vivir tiempos hermosos y simples va a volver porque es matemáticamente imposible. Quizás debo fijarme en los techos de Madrid o en las calles de la hermosa Barcelona, en los prados de las sierras de Ávila o en los hielos de la inmensa cordillera pirinea. Creo que ha llegado el momento de estar aquí. Después de más de 7 años, estoy viendo venir un alma que debe ser la mía. Se cansó como todos de esperar que las cosas mejorasen en mi sitio natal. No va a ser por ahora y se iba a morir sin fe, sin tierra y sin mi, así que quizás por eso ha venido. No hay nada que disculpar. Aquí estamos, no valemos para cambiar las cosas porque en principio no nos ponemos de acuerdo para nada, somos rebeldes inútiles. No se puede responder a una coz con una coz y es lo que venimos haciendo generacionalmente por siempre. No sé. Cuando pasan muchos años y no se llega a ningún sitio quizás uno deba cambiar de rumbos, este que llevamos quizás navega por el borde de ese disco que es la tierra y que algunos por educación piensan que es redonda. Hoy es un día raro. Como siempre estoy diciendo y pensando cosas que quizás nunca voy a hacer, pero no está mal darle vueltas a la chola, olla, bola, cabeza o como quieran llamarle. Mañana no he dicho nada. Esto no ha valido de nada, era solo un pensamiento.
Estimado Yoyi:
Veo que con frecuencia te embarga la nostalgia que se agudiza cuando uno está lejos de su tierra y de su gente y lo comprendo. Sin embargo hay que impedir que las cadenas de esos recuerdos no sean un lastre que te impida vivir el presente con plenitud sin perder la esperanza en un futuro mejor...
Un abrazo
Hay personas que navegan sobre la razón, el pensamiento y la experiencia. También cualquier día es bueno para cambiar. Cambiar es el principio de las cosas nuevas ya sean buenas o malas. Quizás es lo que necesito para ver el sitio donde vivo de manera diferente.
Quizás ha llegado un momento de hacer cosas distintas, mirar al suelo, al cielo. Ninguna vaga esperanza de vivir tiempos hermosos y simples va a volver porque es matemáticamente imposible. Quizás debo fijarme en los techos de Madrid o en las calles de la hermosa Barcelona, en los prados de las sierras de Ávila o en los hielos de la inmensa cordillera pirinea. Creo que ha llegado el momento de estar aquí. Después de más de 7 años, estoy viendo venir un alma que debe ser la mía. Se cansó como todos de esperar que las cosas mejorasen en mi sitio natal. No va a ser por ahora y se iba a morir sin fe, sin tierra y sin mi, así que quizás por eso ha venido. No hay nada que disculpar. Aquí estamos, no valemos para cambiar las cosas porque en principio no nos ponemos de acuerdo para nada, somos rebeldes inútiles. No se puede responder a una coz con una coz y es lo que venimos haciendo generacionalmente por siempre. No sé. Cuando pasan muchos años y no se llega a ningún sitio quizás uno deba cambiar de rumbos, este que llevamos quizás navega por el borde de ese disco que es la tierra y que algunos por educación piensan que es redonda. Hoy es un día raro. Como siempre estoy diciendo y pensando cosas que quizás nunca voy a hacer, pero no está mal darle vueltas a la chola, olla, bola, cabeza o como quieran llamarle. Mañana no he dicho nada. Esto no ha valido de nada, era solo un pensamiento.