miércoles, 22 de abril de 2009

Cap02 Mi Habana, tu Habana

Todas las tropelías pasadas se olvidan en el mismo momento en que andas un poco por sus costillas. Me refiero a La Habana, esa ciudad tuya, mía y de todos. Llegas a casa malhumorado por los trabajos que te costó llegar pero un abrazo cálido te hace olvidar que ayer rabiabas o llorabas de nostalgias o impotencias. Todas las marcas desaparecen para dar paso a simples besos de un solo lado de la cara con la profundidad azul del mar cercano. El amor y los sueños van juntos de la mano esquivando el humo y las contramareas. Quizás cuando menos te lo esperas ya has encontrado el camino de tu vida y cuando menos lo esperas lo vuelves a perder. Nos fuimos de la Habana pero ella fiel nunca se fue de nosotros. La llevamos a cuestas, a rastras, encima y debajo. Nos pesa, nos traba y a veces no deja ni respirar. Pero para amar hay que sostener, aguantar y vivir con lo que se nos da a nuestro alcance. Es fácil olvidar. Es solo una simple ciudad derruida en una isla cercana, pero cada grano de arena que tiene nos rasga con el cariño y el odio de una pésima relación abandonada. La Habana es una mala mujer, por la cual estamos dispuestos a morir en duelo, a viajar miles de kilómetros, a volar si es necesario.
Ay Habana de mis sueños, quien te perdiera, quien tuviera el poder de borrarte de mí. Déjame ser suizo, africano, boliviano o de cualquier lugar hermoso del mundo. Déjame vivir en Río o en Nueva York, pero déjame como yo te dejé de una vez. No me gastes mas mis horas de fotografías y pensamientos, no me hagas ver en tus sitios a las personas mas lindas del mundo ni me hagas respirar el hedor de tus calles como algo materno. No me hagas saborear la sal disuelta en el aire como energía vital. Si puedes mi Habana... Déjame.

8 comentarios:

  1. Yoyi, claro que quiero ir, más después de leer tu post y ver este video maravilloso.
    Pero no tienen que hacerlo tan complicado y mucho menos obligarte a pedir permiso para entrar a tu país.
    Yo no te critico, lo que pasa es que no puedo hacerlo, de verdad que no. Tal vez me equivoco, a lo mejor lo lamentaré algún día... En fin, como dice Boris Larramendi, nos vemos en La Habana, jeje. O bueno, por ahí rodando.
    Cuando te respondí por la ventanita en el Facebook, ya te habías desconectado.
    Te "linkeo" también y seguimos en contacto.
    Gracias y un abrazo,
    Veronica

    ResponderEliminar
  2. Un favor Yoyi, me puedes enseñar a poner los audios y que la gente no tenga que ir a otra página?

    ResponderEliminar
  3. ve a http://www.goear.com y crea una cuenta, ahi subes tus archivos de audio y despues coges el codigo embed del reproductor y lo pones en tu entrada. suerte.. tira paca con lo que sea.

    ResponderEliminar
  4. Yoyi, tengo algo en mi tendedera para ti, date la vuelta y por supuesto, bienvenido.

    ResponderEliminar
  5. Acabo de ver, ahora sí todo lo que pusiste por acá, tu sensibilidad para VER el entorno me ha conmovido. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Gracias Yoyi por hacerme soñar nuevamnte mi s días, semanas y meses en La Habana con exactamente elaire que describes ya en Cap01 y por dejarme ver el Focsa, el capitolio, pero luego también a la continuidad que sigue en La Habana: los pescadores de siempre...
    Stephan

    ResponderEliminar
  7. Yoyi,
    m has tocado fuerte en el costado izqyuierdo con este post, y sobre todo con el video..
    Mirando a ese hombre atrapado en su soledad, sobre esa cámara, a la entrada d la bahía,y contrastando esa imágen con las d la ciudad como telón d fondo, m preguntaba como es posible q un par d tipos se empecinen, después d 50 años d ctte desastre y desasosiego, en controlar la vida y sueños d un pueblo entero..
    Gracias x esto, d verdad..si tienes tiempo date una vuelta x mi blog, serás siempre bienvenido..
    Saludos dese mi rincón del mundo..

    ResponderEliminar
  8. "Si puedes mi Habana... déjame".

    qué lindo, Yoyi, qué lindo :-(

    ResponderEliminar