jueves, 11 de febrero de 2010

Josef y un terrible cambio (Capitulo 16)

Llegó a casa sofocado de tanto pedalear sin reparar que ya era de noche cerrada. Su madre lo esperaba sentada en silencio con casi todas las luces apagadas. Era extremadamente raro que no estuviera puesta la televisión a esa hora con los absurdos discursos de los absurdos noticieros. La amarillenta luz de los bombillos de la cocina proyectaban lúgubres sombras sobre la pequeña sala y los viejos muebles. De vez en cuando se oía una voz proveniente del solar de al lado que por raro que parezca también estaba bastante silencioso. La madre de Josef  le extendió un papel amarillento sin decir nada, Josef vio un escudo impreso en una esquina y supuso lo peor, en lo que intentaba encender alguna luz mas para poder leer el misterioso papel la madre dijo como terminando de aplastar el día.
- Y el cilindro ha muerto…….lo han encontrado hoy por la bahía de La Habana.
El cilindro era una suerte de pescador loco obsesionado con un sitio muy peligroso por la altura de la embajada de intereses de los Estados Unidos que era un agujero de unos 70 metros de diámetro por unos 60 metros de profundidad. Este accidente geográfico submarino de curiosa formación llamado generalmente (Blue Hole) que se encuentra por todas las costas caribeñas es refugio seguro de peces y langostas y trampa mortal de pescadores obsesionados que no miden la profundidad con la emoción de la captura. El Cilindro no era el primero que moría en este sitio, ni iba a ser el último. Josef sabía lo que significaba. Por eso se negó cientos de veces a pescar ahí a pesar de la insistencia de este. Al cilindro le llamaban así por su insistencia de pescar en el sitio que llevaba ese nombre. Josef se entristeció enormemente, le pareció verlo en la puerta de su casa como solía hacer insistiendo pesadamente en ir ahí, contando con lujos de detalles el porque habían ahí tantos peces y lo fácil que era pescarlos, contando como se metía de noche con una linterna para que la policía no lo viera ya que eso era zona vigilada militarmente por la “embajada americana” y como hacía grandes capturas el solo, que serían aun mas fructíferas con un compañero, pero nadie quiso pescar nunca con el y por años se le veía solo de madrugada con su deteriorada figura y su pelo rubio quemado como rayos de sol caídos sobre su cabeza. Nadie sabía su nombre real, ni si tenía familia ni donde vivía. Era uno más de la costa, de la supervivencia, un suspirante furtivo. Aparentaba tener unos 28 o 30 años, quizás menos y ahora que se había ido Josef le echaba en falta aunque no había mediado ni siquiera amistad en ello, pero era alguien digno de admiración que se fue solo y solo se quedó, sin que nadie lo escuchara ni lo acompañara. Josef sabía perfectamente la tristeza de pescar solo aunque el era un solitario perdido. Un amanecer o una buena pesca era nada si no tenías a nadie con quien compartirlo aunque fuera con una simple mirada o cualquier frase absurda venida a menos. El cilindro con suerte estaría ahora en un delfín como soñaban todos los pescadores, daba vida a un ser sagrado y querido y quizás no estaría mas solo. Miles de preguntas venían a la cabeza de Josef sobre esa persona que no existiría más. Levantó el papel y leyó….Citación oficial de comité militar del municipio plaza. Nada, que el día iba a peor.

1 comentario:

  1. hola, que bonita historia y triste en definitiva, el corazon se encoge mientras la lees, muy bonito, gracias, saludos.

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