El reloj hace su sonido electrónico cuando empiezo a escribir esto. Hace un par de horas que llegué del trabajo y no he hecho más que sembrar el terror en San Andreas con CJ al mando. No tengo más nada que hacer. Estoy quemado de este trabajo. No puedo contar con el para nada por su falta de seriedad que lo convierte en un sitio inseguro y yo no vine aquí a ver un circo. Mi computadora hace ruidos raros que no se de donde provienen. La he apagado y arrancado desde un sistema operativo externo llamado ERD Commander 2005 y he visto que está tomada por alguien raro que se hace llamar MININT JVC e incluso ha suplantado el nombre real del equipo. Ahí lo voy a dejar un tiempo más, sea lo que sea porque no voy a formatear ahora que la tengo llena de vídeos y además me da igual. No se si estas letras son el nombre de algún componente raro de este engendro nuevo que me he armado o si es paquito el de 15 y K. me da igual.
Me da igual se está convirtiendo en una de mis frases favoritas, creo que hoy la dije un par de veces y en días atrás también. Me da igual cuantas veces lo dije. Hoy es viernes. No salgo a la calle. Cada día estoy mas vago al punto que me cuesta calentar comida y me como unas salchichas sacadas de un nylon directamente del refrigerador. Si vengo a leer mis libros de video, edición y no paro de soñar. Parece que eso es lo que me consume energías, o no las tengo o no las tuve nunca. Me da igual. Estoy pensando en irme otra vez. Quizás a Canarias. Siempre he soñado vivir ahí. Con el sonido de Regina Spektor de fondo miro mis vídeos filmados en canarias la última vez que fui. Es un sueño. Mucha gente las aborrece – no son mas que piedras y desierto – Pero aun conservo la sensación de caminar descalzo por arena del Sahara depositada caprichosamente formando montañas infinitas y ese viento que invita a la vela todo el santo día. ¿Qué hago Regina?
Le comenté a los compañeros de mi y trabajo y me miraron como un loco. ¿Como te vas a ir? ¿Donde te vas a quedar? La respuesta salió automáticamente. Me da igual. Cuando llegué aquí tenía un dólar en la cartera y muchos deseos de trabajar. Días después tenía tres porque un amigo me regaló un billete de dos dólares de esos que ya no hay. Recuerdo que lavé carros, después trabajé como chapista, mecánico, soldador, chofer hasta que terminé en esto de la informática. Pero no se que pasa. Nunca me sentí de Madrid. Debe ser porque no tiene mar. Cuando anduve viajando por toda España viendo las ciudades de costa tampoco ninguna me invitó a quedarme. Debe ser que cuando miraba al infinito azul me pesaba tanta tierra en las espaldas, tanta tierra firme duele, aplasta. Soy un isleño enfermizo. Soy tan pequeño en el mapa que no siento mis manos ni mi aliento. Estoy perdido como aguja en un pajar en un continente millonario. Sin embargo en las islas se siente que el viento de mar te atraviesa sin preguntar nada. Para algunos la sensación de encierro que da estar rodeado de mar, para mi es de libertad. En el mar no suelen haber barreras, al menos visibles. En el mar apenas construyen rascacielos o hay obras de años y años que te obligan a respirar cemento como si fuera la sal de la vida. En el mar al menos en estos siglos últimos y quizás otro mas que venga, ¡Ja! La vida es más sabrosa.
No se si tengo manía de empezar de nuevo o si es alguna patología. Al final aquí no me falta de casi nada, salvo aguantar algunas pesadeces diarias en mi trabajo todo va relativamente bien. Vivo con mis mejores amigos que hacen a la vez de familia y es bueno cuando llegas tarde que alguien te pregunte si todo va bien, eso esta resuelto. Y no todo el mundo lo tiene ahora mismo. Uno de los problemas que me veo es que estoy acostumbrándome y disfrutando ver la vida desde lejos. Prefiero mirar a la gente que conocerla. Prefiero imaginar historias que saberlas. Me encanta ir en el metro y mirar a alguien e inventarme su modo de vida con tan solo mirarle los zapatos que lleva o como lleva fruncido el ceño. Me gusta enamorarme de las muchachas que se cruzan en mi camino de lejos y vivir una vida entera en cuestiones de segundos que dura el tiempo en que me pasan por al lado. A veces me falta tiempo y hago algo raro y anormal en Europa. Me paro, me viro y me quedo soñando e inventando vidas. La gente tropieza conmigo, maldice, incluso a veces solapadamente me empujan pero yo en ese momento estoy viviendo y el resto de la humanidad, corriendo. Supuestamente esto iba a ser un comentario a un vídeo de canarias que voy a subir pero he perdido el hilo. No lo voy a recuperar. Me da igual. No se como empecé ni por donde iba. Parece que estoy tocado. Mi compañero me lo dijo con las palabras más sabias del mundo. Tienes menos memoria que un pescado frito.
Me da igual se está convirtiendo en una de mis frases favoritas, creo que hoy la dije un par de veces y en días atrás también. Me da igual cuantas veces lo dije. Hoy es viernes. No salgo a la calle. Cada día estoy mas vago al punto que me cuesta calentar comida y me como unas salchichas sacadas de un nylon directamente del refrigerador. Si vengo a leer mis libros de video, edición y no paro de soñar. Parece que eso es lo que me consume energías, o no las tengo o no las tuve nunca. Me da igual. Estoy pensando en irme otra vez. Quizás a Canarias. Siempre he soñado vivir ahí. Con el sonido de Regina Spektor de fondo miro mis vídeos filmados en canarias la última vez que fui. Es un sueño. Mucha gente las aborrece – no son mas que piedras y desierto – Pero aun conservo la sensación de caminar descalzo por arena del Sahara depositada caprichosamente formando montañas infinitas y ese viento que invita a la vela todo el santo día. ¿Qué hago Regina?
Le comenté a los compañeros de mi y trabajo y me miraron como un loco. ¿Como te vas a ir? ¿Donde te vas a quedar? La respuesta salió automáticamente. Me da igual. Cuando llegué aquí tenía un dólar en la cartera y muchos deseos de trabajar. Días después tenía tres porque un amigo me regaló un billete de dos dólares de esos que ya no hay. Recuerdo que lavé carros, después trabajé como chapista, mecánico, soldador, chofer hasta que terminé en esto de la informática. Pero no se que pasa. Nunca me sentí de Madrid. Debe ser porque no tiene mar. Cuando anduve viajando por toda España viendo las ciudades de costa tampoco ninguna me invitó a quedarme. Debe ser que cuando miraba al infinito azul me pesaba tanta tierra en las espaldas, tanta tierra firme duele, aplasta. Soy un isleño enfermizo. Soy tan pequeño en el mapa que no siento mis manos ni mi aliento. Estoy perdido como aguja en un pajar en un continente millonario. Sin embargo en las islas se siente que el viento de mar te atraviesa sin preguntar nada. Para algunos la sensación de encierro que da estar rodeado de mar, para mi es de libertad. En el mar no suelen haber barreras, al menos visibles. En el mar apenas construyen rascacielos o hay obras de años y años que te obligan a respirar cemento como si fuera la sal de la vida. En el mar al menos en estos siglos últimos y quizás otro mas que venga, ¡Ja! La vida es más sabrosa.
No se si tengo manía de empezar de nuevo o si es alguna patología. Al final aquí no me falta de casi nada, salvo aguantar algunas pesadeces diarias en mi trabajo todo va relativamente bien. Vivo con mis mejores amigos que hacen a la vez de familia y es bueno cuando llegas tarde que alguien te pregunte si todo va bien, eso esta resuelto. Y no todo el mundo lo tiene ahora mismo. Uno de los problemas que me veo es que estoy acostumbrándome y disfrutando ver la vida desde lejos. Prefiero mirar a la gente que conocerla. Prefiero imaginar historias que saberlas. Me encanta ir en el metro y mirar a alguien e inventarme su modo de vida con tan solo mirarle los zapatos que lleva o como lleva fruncido el ceño. Me gusta enamorarme de las muchachas que se cruzan en mi camino de lejos y vivir una vida entera en cuestiones de segundos que dura el tiempo en que me pasan por al lado. A veces me falta tiempo y hago algo raro y anormal en Europa. Me paro, me viro y me quedo soñando e inventando vidas. La gente tropieza conmigo, maldice, incluso a veces solapadamente me empujan pero yo en ese momento estoy viviendo y el resto de la humanidad, corriendo. Supuestamente esto iba a ser un comentario a un vídeo de canarias que voy a subir pero he perdido el hilo. No lo voy a recuperar. Me da igual. No se como empecé ni por donde iba. Parece que estoy tocado. Mi compañero me lo dijo con las palabras más sabias del mundo. Tienes menos memoria que un pescado frito.
Bueno, que decir... que no estas solo en todo esto... que somos muchos con ese gorrión carcinogénico...
ResponderEliminarLindo video y buenisima edicion, como siempre. sabes, ya mannana me mudo y en cuanto tenga compu e internet empiezo a probar yo con los videos.
ResponderEliminarun beso, el yoyi, quisiera decirte algo mas pero en estos dias no tengo palabras, demasiada informacion para mi disco duro. yo tambien tengo la maquina bloquea, jaja.
se te quiere, Liset
De nada vale que me ponga a explicarte que lo que buscamos es algo que nos falta dentro. Parecerìa retòrica psicoanalìtica si me pongo a decir que deseamos lo imposible, porque el tiempo pasò, porque era algo a solucionar en la infancia... Serìa propaganda barata y publicidad si te digo que tendrìas que ir al divàn (al de verdad, no al mìsero blog) durante un buen tiempo...
ResponderEliminarPor eso mejor te hablo como socio (me arrojo ese derecho) y te digo: Bienvenido al club de los que buscan (los que se buscan) y, para mi, lo importante es buscar(se), no tanto encontrar(se). Cierta estabilidad te genera angustia? La sola idea de buscar te anima? Pues métele caña... Seguro que aunque te vaya mal, aunque sea difìcil readaptarse, no hay angustia, la pena es llevadera, los riesgos son bienvenidos... y si no tienes perrito ni gatico... mejor todavìa.
No es la primera vez que vengo por aquí, pero es la primera que escribo algo. Entiendo tu necesidad del mar, aunque mi el Cantábrico me basta, no me pesa tanto el resto del continente a la espalda. En cualquier caso, haz lo que gustes y la mierda los riesgos. Te entiendo, más de una vez me he sentido así y cuando he podido, he buscado cambiar. Si está a tu mano, hazlo. No hay por qué vivir por las reglas de lo razonable o socialmente aceptable, qué coño.
ResponderEliminarcreo que si algun dia encontrara lo que busco me aburriria despues mucho. pero me niego ir al divan por eso. es un trauma rico. de todas maneras muchas gracias socio. creo que hablar con ustedes es mejor que cualquier divan del mundo.
ResponderEliminarEres un tipico ejemplo de un sagitario...Si no haces eso que estas pensando vas en contra de tu propia naturaleza, te marchitas lentamente. Tengo varios amigos sagitarios que hacen exactamente lo mismo que tu, sueñan despiertos, miran fijamente a cualquiera en la calle y se inventan una historia, son aventureros, no pueden ser controlados por nadie, necesitan ser libres,viven en la eterna buzqueda de "algo"...adoran los animales y son mas bien solitarios.
ResponderEliminarVe por lo quieres...y te ira bien.
saludos, Ivelise.
Miras las noticias, él estás presionando tan. deseo que me demostrarían algo hacerme sonrisa de vez en cuando.
ResponderEliminarOye, ¿han desaparecido algunos posts? Quiero decir, además de que no veo tus aventuras con tu aseguradora, tampoco está el vídeo de Arnold con Jesucristo, que quería enseñárselo a alguien. ¿Me dices dónde lo puedo encontrar? Gracias.
ResponderEliminarTa de madre la traducciòn del anònimo ese...
ResponderEliminarno entendi na lo que dijo el anonimo ese ¿será un narra?
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