Bueno sigo hablando de carros porque yo soy mecánico, y en estos días la poesía se me ha ido pal c….Resulta que como bien conté en un articulo anterior de este blog, mi primer carro en cuba fue un buick. Lo compré porque mi sueño era tener un carro y además por darle en cabeza a mi padre que siempre me decía que por no haber estudiado nada nunca iba a tener nada en la vida y menos un carro. Este carro era extremadamente grande y pesado. Para los entendidos el motor era un ocho en línea, imagínense que los ladas son cuatro cilindros en línea este llevaba ocho, aproximadamente dos motores de lada pegaos uno atrás de otro. Recuerdo que de mi casa a la playita de doce me gastaba casi dos litros de gasolina y habían unos pobres 4 kilómetros de ida y vuelta así que ni pregunten cuanto hacía por litro. La cosa curiosa de este carro era que al ser un carro de lujo, era en si muy lujoso, no se sentían los baches, corría mas que cualquier carro moderno y era todo muy suave hasta que un día se rompió la amortiguación.
En cuba, lo fabrican todo de los carros americanos. Decírmelo a mí, yo fabriqué y compré piezas de todos tipos y colores para todos los sistemas que pudiesen haber inventado los americanos. Aros hechos con tuberías, metales de aluminio de congelador de refrigerador ruso, carburadores de volga frenos de toyota, todo servía en todo, cualquier cosa que me trajeran pa que se la pusiera a tu carro yo se la ponía, de la marca o el modelo que fuera, pa colmo, había un tipo que hasta los cristales hacia ¿Cómo? Tenía un horno y cortaba el cristal a la medida de cada carro y después lo doblaba en el horno así que si alguien te dice que se pueden doblar los cristales no creas que se están burlando de ti, es en serio. Pues bueno, mi buick un día entró en problemas de amortiguación, como para mi todo estaba resuelto haciendo una adaptación me fui a (no se puede decir) a comprar unos amortiguadores de volga que le sirven a la mayoría de los carros americanos y cual fue mi sorpresa cuando el tipo me dijo que no servían, que los amortiguadores de buick eran especiales de un aceite especial y en ello iba la mayor comodidad de este tipo de carro, me dijo que si le ponía de volga iba ser un vulgar tractor que me rompería los riñones y uno de sus mayores y únicos encantos se acabaría. Entonces decidí tirarme abajo del carro para ver como eran estos amortiguadores que no había visto nunca y eran según el mecánico, especiales.
En efecto, no eran el tipo de amortiguador cilíndrico que se estira y se recoge como un telescopio antiguo de ahí su nombre, telescópico. Era una cosa rara como el amortiguador que llevan las puertas pa que se cierren solas, un cilindro doble con una patas rarísimas madre mía, los saqué a ver que hacía con eso y al abrirlos me di cuenta que llevaban un aceite que se les había salido y lo rellené con aceite, pero no amortiguaban nada, se quedaban blandos como si no tuvieran nada adentro, pregunté a los mecánicos viejos, caballero que volá con esto -es aceite muy fino- respondieron -tienes que ponerle uno más denso. Así lo hice pero entonces el efecto fue contrario, se pusieron tan duros que parecía que los había soldado. Uno por uno los mecánicos me fueron desahuciando, nadie sabía que pasaba con eso, en cuba no tenía google pa preguntar y casi ya había agotado a todos los mecánicos conocidos con más experiencia que la mía en cosas extrañas de carros extraños hasta que un día vi a un muchacho mecaniqueando por 22 entre 17 y 19 y le pregunté, pero me dijo que no sabía, cuando ya volvía la espalda para irme me sorprendió con un salto como si hubiera descubierto algo grandioso ¡Pero mi padre debe saber! ¿Y donde puedo ver a tu padre? Pregunté sin ánimos. Está borracho, tienes que preguntarle cuando esté claro ¿y cuando esta claro? Nunca… El muchacho bajo la cabeza e hizo un silencio de unos segundos en que se paró todo alrededor, -bueno yo vivo por aquí y paso mucho, si un día no está borracho me avisas y le pregunto, ¿esta bien? – OK- me dijo dándome la espalda y metiendo el cuerpo entero dentro del cofre del motor de un grandioso osmobile 99 del año 1958.
Como a los cinco días de eso se me perdió el carné de identidad así que tuve que madrugar para ir a la oficina que estaba en 19 y eso se iba por 17, pase por ahí y como ya se me había hecho costumbre saludé al muchacho de pasada, yo andaba en una moto así que justo a tiempo me pegó un grito, volví en redondo y el muchacho un poco alegre me dijo entusiasmado a esa hora de la mañana.
-Mi papa no se ha levantado, cuando se levante tienes media hora para hablar con el, que a la media hora ya se pierde- el (ya se pierde) sonó bajito y muy triste, yo dejé la moto y entré con el a su casa, las paredes estaban manchadas de manos de grasa de carro y había piezas y partes de carro por todo el piso, entré hasta un cuarto donde un ventilador de motor de lavadora emulaba a un motor de avioneta de fumigación y en una cama muy arqueada con patas de ladrillos dormía un viejo negro calvo y con una barba blanca –en media hora estará despierto- dijo el muchacho yéndose – oye, no me dejes aquí- si espéralo, yo me voy, no nos hablamos.
Pasaron infinitos minutos. Minutos que me dieron para pensar de todo, acompañado de las vibraciones del monstruoso ventilador, el olor a grasa penetraba como si estuviera en una fabrica, me entretuve en mirar las piezas del piso chevy, pontiac, buick, studebaker todas conocidas por mi. En aquellos tiempos me daba vueltas en la cabeza la idea de irme, si las cosas seguían así…-me decía- no me dejaban poner mi taller, la policía jodiéndome y pidiéndome dinero, no se podía botear, no había gasolina, perseguían a los que ponían gas, que si van a quitar los carros viejos….. un leve ronquido interrumpió mi meditación, el viejo empezó a despertarse, abrió un ojo, miro un rato alrededor suyo como si no conociera la casa, abrió el otro ojo y de un salto de gimnasta se incorporo, sentandose al borde de la cama- buenos días- le dije:
-buenos días-habló como quien se asusta de estar con vida después de una batalla infernal.
-hablé con su hijo paraaaa….
-dime que quieres
-Es que tengo un buick
-la amortiguación ¿¿no??
-si eso mismo-
-ya… esta en tus narices
- es que el aceite…….
- el aceite es valvoline para amortiguadores de doble pistón pero eso lo dejaron de fabricar en el año 1958
-¿y entonces?
-Ningún aceite conocido sirve, hace falta la viscosidad exacta, ¡perfecta!- Blandía las manos como el profesor que da una conferencia en una universidad a la vez que ponía un énfasis en las ultimas palabras como si me estuviera regañando por algo malo - ¡No existe un aceite que lo sustituya! los viscosos ponen la amortiguación dura hasta que la arrancan de cuajo y los menos viscosos hacen como si no tuviera amortiguación, no hay aceites pa eso, ¡¡¡¡pero está resuelto!!!
-hablé con su hijo paraaaa….
-dime que quieres
-Es que tengo un buick
-la amortiguación ¿¿no??
-si eso mismo-
-ya… esta en tus narices
- es que el aceite…….
- el aceite es valvoline para amortiguadores de doble pistón pero eso lo dejaron de fabricar en el año 1958
-¿y entonces?
-Ningún aceite conocido sirve, hace falta la viscosidad exacta, ¡perfecta!- Blandía las manos como el profesor que da una conferencia en una universidad a la vez que ponía un énfasis en las ultimas palabras como si me estuviera regañando por algo malo - ¡No existe un aceite que lo sustituya! los viscosos ponen la amortiguación dura hasta que la arrancan de cuajo y los menos viscosos hacen como si no tuviera amortiguación, no hay aceites pa eso, ¡¡¡¡pero está resuelto!!!
-¿y como va a estar resuelto?¿¿……….??
-La naturaleza es sabia………..yo probé todos los aceites posibles hasta que encontré un liquido perfecto
-¿Cuál?
-miel de abejas
-comoooo
-miel de abejas, rellénalo con miel de abejas.
-¿Cuál?
-miel de abejas
-comoooo
-miel de abejas, rellénalo con miel de abejas.
El viejo sacó de abajo del colchón una botella de nucay, era un aguardiente terrible que vendían en Pinar del Río, en La Habana no se veía, de hecho nadie lo conoce, es la misma botella gruesa de cuello fino donde venden lejía y productos químicos, en esa venden el nucay en Pinar del Río. Se metió un trago largo como si fuera café con leche, el estomago vacío enseguida hizo su función.
-¿¿no desayuna nada??
-este es mi desayuno.
Preferí no decir nada, callado di las gracias recibiendo por respuesta un ¡aprendan que no voy a se eterno! Salí con la idea, loco por probarla, le di las gracias al muchacho y este se despidió amablemente con un ¿resolviste? y al decirle que si, se le iluminó una gran sonrisa con la frase -¡¡ese es mi papá!! Que pena que no nos hablamos- Me fui pronto, me alejé mirando para atrás constantemente. El gran Oldsmobile, vaya carrazo, -un día tendré uno así, del 57, que son los que me gustan- la imagen se fue tornando blanca y negra y ahora solo es una pequeña sombra, pensé que yo raras veces le hablaba a mi papá, siempre estábamos fajados por la maldita política, total, para lo que sirvió.
-¿¿no desayuna nada??
-este es mi desayuno.
Preferí no decir nada, callado di las gracias recibiendo por respuesta un ¡aprendan que no voy a se eterno! Salí con la idea, loco por probarla, le di las gracias al muchacho y este se despidió amablemente con un ¿resolviste? y al decirle que si, se le iluminó una gran sonrisa con la frase -¡¡ese es mi papá!! Que pena que no nos hablamos- Me fui pronto, me alejé mirando para atrás constantemente. El gran Oldsmobile, vaya carrazo, -un día tendré uno así, del 57, que son los que me gustan- la imagen se fue tornando blanca y negra y ahora solo es una pequeña sombra, pensé que yo raras veces le hablaba a mi papá, siempre estábamos fajados por la maldita política, total, para lo que sirvió.
De más está decir que mi carro fue el de la mejor amortiguación que tenía La Habana. Tiempo después lo cogí para hacer carreras con él en la monumental y ocho vías, pero eso el material de otra historia.
Increible!! Si los gringos supieran los inventos que se hacen con sus antiques, se quedarian locos!! wow, Miel de Abeja.
ResponderEliminarYo no se nada de carros, de hecho ni he aprendido a manejar y eso que llevo casi 7 años fuera de Cuba y debería, pero hasta ahora tanta falta no me ha hecho... pero tus historias son un banquete, me estoy volviendo asidua a entrar a leerte, asi que sigue escribiendo siempre habrá chismosos como yo que extrañan su barrio, el pasar y saludar a todos, el ponerte a hablar en una esquina con los demás, aunque el vecino sea sicologo y que llega sea panadero, siempre tenemos de que hablar y que contarnos, aqui extraño eso, vivo en un edificio de 9 departamentos y solo conozco algunos vecinos de vista, no se como se llama nadie y menos a que se dedican. Por eso me gustan tus anecdotas y ademas siempre nos sale el orgullo de que esas cosas, como lo de la miel de abeja, nada más se le pudo ocurrir a un cubano. Saludos y levanta el ánimo
ResponderEliminarYoyi,
ResponderEliminarSoy de las que lee los blogs y por timidez o lo que sea no hago comentarios, aunque ya me regalaron por mi cumpleaños uno de tus videos.
Esta historia es de esos milagros que sabíamos que pasan en Cuba para mantener esos carros con vida hasta ahora, pero no deja de emocionarme, la miel, increible!
Está salpicada (como siempre) de una mezcla de sentimientos que me tocan e incluso me alertan de cosas que aún estoy a tiempo de rectificar(no sirvio de nada).....
Por cierto, la comisaria de cerca de Las Ventas es la que me queda mas cerca.
Gracias,
reina
JK reina, escribeme a mi correo asi te conozco. vamos uniendo gente
ResponderEliminarHola chico! Qué bueno esto!
ResponderEliminar¿Conociste al Chicho en Infanta y Valle?
Hablo de él porque ha muerto, que en paz descanse,
un beso